Skip to main contentSkip to footer

El dinero y la felicidad

  1. Se piensa que el dinero hace felices a los hombres. Si fuera cierto, todos los millonarios serían felices.
    Pero muchas veces no es así. Hay millones de infelices entre los ricos y entre los pobres, no por tener dinero o carecer de él, sino por no tener fe en Dios ni amor al prójimo, que es algo bien distinto.
  1. La felicidad tiene que ver muy poco con el dinero y mucho que ver con el amor. Hay ricos felices, sí los hay, pero no por ser ricos sino porque usan bien su dinero, no para sí mismos solamente sino para ayudar a sus hermanos también. Y hay pobres que son felices, claro que los hay, y muchos, a pesar de no tener mucho dinero, porque aman a Dios y se preocupan de sus hermanos.
  2. Este asunto tiene una aplicación muy concreta a personas de la audiencia. Muchos de Uds., casi todos, han venido a Estados unidos con la ilusión de mejorar su situación económica y gracias a Dios, bastantes lo han ido consiguiendo. Pero quítense de la mente la idea de que por tener dólares van a ser felices, sólo por el dinero. El dinero soluciona algunos problemas evidentes de la vida humana. Pero si la familia está rota, si la religión se relega, si se utilizan los dólares ganados para darse una vida de vicioso, lo siento mucho, pero la felicidad no llega.
  3. Por eso los ricos no se hagan ilusiones. O los pobres que anhelan ser ricos no se hagan ilusiones… que por tener y disfrutar serán felices. Sólo el buen uso del dinero, cuando se reparte… o se utiliza en las cusas justas. Y los pobres no sueñen, no se obsesionen con los dólares. No pidas al dólar lo que no te puede dar.
  4. Tener lo necesario para vivir dignamente tú y tu familia debe ser un ideal sano. Y repartir algo de ese dinero a los que no tienen.
  5. Uno nunca se contenta. Quiere tener más y más…
  6. Además, está la parábola: «Necio esta noche te reclamarán el alma».
  7. El ahorro es siempre bueno El gastar lo necesario y que sea siempre menos de lo que se gana.
  8. Poner jerarquía a las necesidades y un no a los caprichos o vanidades.
  9. María y Jose fueron muy felices con lo necesario para vivir. Eran pobres de dinero, pero millonarios en el amor, en la santidad, en las virtudes cristianas.
  10. ¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma? Es una advertencia.

Atesorad tesoros en el cielo…

Foto de Alexander Grey en Unsplash